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EL DIA QUE VÍ A MADONNA: CAPITULO V: UN JARRO DE AGUA FRIA
EL DIA QUE VÍ A MADONNA
  CAPITULO V: UN JARRO DE AGUA FRIA

¡Estoy asustada!, escribo para liberarme de mi miedo. Que sensación más angustiosa. Mis piernas todavía están temblando. El corazón se me sale del pecho. ¿Por qué no habré encendido las luces? ¿Por qué vivo en una casa con otras personas? ¿Por qué me sentiré tan vulnerable?
Había puesto la lavadora esta mañana. Está en el cuarto de baño, encerrada entre unos muros de pladur. Hace un momento recordé que aún tenía allí la ropa. No me gusta dejarla allí, puede que alguna de las personas que vive en esta casa la necesite y no pueda utilizarla por mi culpa. Otto estaba dormido, era tarde, pero yo me desperté nerviosa por haberla dejado allí. En penumbra calcé mis zapatillas, no quería despertar a Otto. El baño está al final del pasillo, un pasillo estrecho, oscuro, no quise encender la luz, no quería llamar la atención de alguna de las personas que pueda vivir allí. Solo conozco a una de ellas, un informático inglés con el que me encontré el primer día, pero se que hay mas, los oigo hablar desde mi habitación. Avanzaba por el pasillo tanteando con mis manos las paredes y los posibles obstáculos que podía encontrarme. Llegué al baño. Desde dentro encendí la luz. Me dirigí hacia la lavadora y saqué la ropa. Demasiada ropa. Llevaba abrazada la pila de ropa y tenia que estirar mi cuello para poder ver por encima de ella. Utilicé mi codo para apagar la luz del baño. Todo estaba de nuevo a oscuras, pero esta vez no podía usar mis manos para tocar las paredes. Cuando estaba en el pasillo haciendo el camino de vuelta, oí un ruido detrás, una mano me sujeto por los hombros. Grité. La mano se aparto bruscamente. No estaba segura de querer mirar hacia atrás, pero aún así mire. Ví la inmensa silueta de Miss Peters, que me miraba desconcertada:
-Good night- me dijo
-Adiós- le dije yo
Y me fui corriendo a mi habitación. Por el camino se me cayó un sujetador, pero no estaba dispuesta a recuperarlo. De todos modos ya estaba muy gastado.
Por alguna razón, será su altura, su forma de maquillarse como una de esas muñecas de porcelana antigua, peinarse, vestirse me parece un travesti de dos metros, no sé lo que es, pero me pone los pelos de punta, me recuerda a una peli de miedo, donde el ama de llaves está loca, espía a través de la cerradura, entra en la habitación, saca un cuchillo y … ¡zas!.
Como no me calme voy a tener pesadillas. Seguro que cuando la conozca un poco más dejaré de tenerle miedo.

28 de Octubre de 2001

Esta ha sido una intensa semana. Aún no hemos conseguido un trabajo serio. Necesitamos conseguir un trabajo de más de dos horas cuanto antes. Los días pasan y el dinero que traíamos de Calviá y pensábamos nos iba a durar al menos dos meses, se agota a marchas forzadas.
El miércoles tuvimos serios problemas para poder pagar el alquiler no había manera de sacar las 150 libras. Nos imaginábamos a Miss Peters poniéndonos las maletas en la puerta, sabíamos que era capaz. Fue horrible, no podíamos entender que coño estaba pasado, así que llamamos a nuestro banco y nos permitieron sacar 300 libras para pagar el alquiler de esta semana y la próxima, eso si, con la condición de no volver a usar la tarjeta hasta el cinco de noviembre. Esta estupenda gestión tuvo como consecuencia:

Tenemos que comprar el billete del autobús porque no nos llega para ir en metro, y éste no es precisamente un transporte rápido.

La peor, vamos a pasar ¡mucha! hambre, tenemos 7,89 libras para comer hasta el viernes que viene. Sin duda será un buen momento para hacer dieta.

Como se puede deducir, Londres, económicamente hablando, es un poco angustioso, solo espero que vaya a mejor y esto se vuelva una mera anécdota de los duros comienzos.
Mañana lunes empiezo un curso de Inglés. Me han dado la dirección en el “Job Centre”, dura cuatro semanas, dos horas y media de lunes a viernes y solo me cuesta 10 libras. Espero que ese curso sea lo que necesito para empezar a entender y hablar en inglés, porque de momento me cuesta muchísimo y lo peor es que no encuentro trabajo (ni limpiando) por la historia del idioma.

Empieza la tercera semana……

Estoy harta de Londres, del inglés, de los ingleses y de Otto ¡ah!! Y de la tele inglesa también y todavía es domingo, son las siete y media de la tarde. Ni siquiera empezó realmente la tercera semana.


1 de Noviembre de 2001

Hoy he empezado el día muy temprano, me he levantado a las cinco y media de la mañana. Me dirigía a lo que yo pensaba que sería mi primer trabajo serio en Londres, limpiar en un hotel de siete a doce de la mañana. Ayer fui a dicho hotel y tuve una entrevista con la dueña. Concluyó la conversación diciendo:
-Te llamo esta tarde y mañana empiezas-
Finalmente no me llamó y dada mi necesidad de trabajo la llamé yo. Hablé con un señor al cual le entendí que fuese hoy a la siete de la mañana para empezar, y así lo hice, pero una vez allí cuando estaba intentando entender lo que otro tío me decía, apareció la dueña y dijo:
-¡No!!! ¡Ella no!!-
Así que muerta de vergüenza, rabia e impotencia me fui sin más. Que mal me sentí, no me quieren ni para fregar.
Ahora son las nueve de la mañana me he dado un baño, me he vestido y desahogado llorando un rato, he pensado “¿que coño hago ahora?”, y….bueno, pues me voy a buscar de nuevo trabajo en este Londres de mierda que no me quiere ni para fregar.
Voy a una agencia de colocación haber si tengo más suerte. Mas vale que la tenga, porque poco a poco, según vayan pasando las semanas y me quede sin dinero, me veo envuelta en un plástico durmiendo en Hyde Park como tanta gente que he visto esta mañana.
Londres es para mí hasta el momento un lugar duro, lleno de contrastes. Ejemplo: esta mañana, he visto a muchos vagabundos durmiendo en Hyde Park. Hacía tres grados de temperatura, yo estaba muerta de frío a pesar de llevar mi mejor abrigo. A su lado, otros hacían “footing” en pantaloncitos cortos. Para ser sincera, ahora odio a esa gente que veo corriendo a las seis de la mañana todos felices, ¡me duele el estómago cuando los veo!
En España yo pertenecía a ese club y en Londres pertenezco al de los indigentes. Lo mas gracioso de todo es que no me quiero ir, yo vine aquí por iniciativa propia, en España mi estómago iba bien, pero a mi espíritu le iba de puta pena, con perdón, pero siento ( bueno ahora ya no siento ni pienso nada) pero creo, que si lo sigo intentando tendré que conseguirlo un día de estos. En clase me va bien, cada vez entiendo mas inglés, así que espero encontrar trabajo pronto, si fuese hoy mejor que mañana.
 
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EL DÍA QUE VÍ A MADONNA, ES EL DIARÍO DE DOS JÓVENES INCONFORMISTAS, CANSADOS DE UNA VIDA DONDE YA TODO PARECÍA ESTAR ESCRITO. ES LA BUSQUEDA DE SU OTRO YO EN UNA CIUDAD DONDE TIENEN QUE PARTIR DE CERO, FUERA DEL APOYO Y LA COMODIDAD APARENTES DE SUS FAMILIAS. ZOE Y OTTO SON 2 PERSONAJES QUE REIVINDICAN SU PROPIA IDENTIDAD EN UN MUNDO EMPEÑADO EN NEGARSELA.

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Lugar: Asturias, Spain

Responsable de Comparte MiModa, "Le Petit Coquelicot" y Commonline. Diseñadora y creadora del evento de moda "The way we live" Emprendedora, proactiva, mama de dos niños. Socia del El Parto es Nuestro. Aficionada al padel, a la fotografía, a la reposteria, al Do it yourself, a la jardinería... Fan absoluta de la red porque entre otras millones de cosas me permite darle la merienda a mis hijos todos los días. Para contactar conmigo puedes hacerlo a través de compartemimoda@gmail.com

CAPITULO I: ZOE

CAPITULO II: OTTO

CAPITULO III: ZOE HA LLEGADO A LONDRES

CAPITULO IV: LA HABITACIÓN

CAPITULO V: UN JARRO DE AGUA FRIA

CAPITULO VI: BUROCRACIA

CAPITULO VII: FRIO NOVIEMBRE

CAPITULO IX: CLASES DE INGLÉS

CAPITULO X: PESADILLA ANTES DE NAVIDAD

NOTA DEL AUTOR

En Orden Cronológico