CAPITULO III: ZOE HA LLEGADO A LONDRES
18 de Octubre de 2001Bueno ya estoy instalada, por fin. Llevo una semana en Londres y aún no he escrito nada, pero es que había decidido no escribir nada negativo en el diario, y me hubiese resultado algo difícil.
Veamos, desde que llegué he estado viviendo en un albergue, en Noel Street, estábamos Otto y yo en un espacio real de 4m por 2m. La habitación estaba muy limpia, pero tenia ese olor, no sé, no olía a nosotros claro está; supongo que olía a lugar extraño, a como huelen los lugares por los que pasa mucha gente, igual es una tontería mía. Su decoración estaba compuesta por un par de literas colocadas ante la ventana, un armario y un lavabo con un espejo.
En el albergue conocimos a los chicos que limpiaban las habitaciones, una pareja de Colombianos muy simpáticos que desde aquel momento nos han ayudado bastante, sobre todo dándonos ánimos e intentando orientarnos para encontrar trabajo y alojamiento.
Hoy tienen que llamarnos para el que será nuestro primer trabajo en Londres, limpiar oficinas, de diez de la noche a seis de la mañana y también para un segundo trabajo, limpiar las escaleras de la embajada holandesa de nueve a doce de la mañana. Estoy deseando concretar estos dos trabajos y así estar definitivamente metida en la primera fase de mi vida londinense.
Todavía no he dicho donde vivo, mi nueva dirección es:
14 FITZ GEORGE AVENUE London W14. OSN.
Aún no pronuncio bien la dirección, hemos alquilado una habitación muy chula, en una casa de estilo victoriano al sur de Kensington, con derecho a cocina y baño.
De momento, solo llevo un día, estoy contenta. La dueña de la casa MICS Tatiana Peters es una señora alta y fuerte muy inglesa ella, a la que se le abrieron los ojos como platos cuando saqué de mi cartera 450 libras en concepto de dos semanas de deposito y una por adelantado. En principio parece que solo la veremos una vez a la semana cuando le paguemos las 150 libras que nos cuesta la habitación.
Esta mañana conocimos a nuestro compañero de casa, o de mansión, por que esto es enorme. Es un señor también muy ingles, de unos 40 años, informático. Hemos tenido una breve y accidentada conversación a la hora del desayuno y nos ha deseado suerte.
Aquí hay un silencio total, es la casa mas silenciosa en la que he estado nunca, sabes, como el silencio de una biblioteca, pues el doble. Está bien, incita al estudio, a la lectura, ese tipo de cosas. De momento no tenemos ni radio ni tele, lo único que rompe el silencio es la música del "walkman" que tengo puesto encima de la silla, suena un poco a lata, pero cumple su función.